Blogger Traveller del mes de mayo

Puertas, puertas... ¿Qué os podía enseñar de Barcelona? ¿Fotos de puertas de colores? No, no, no.

Os voy a mostrar un pequeño rincón que no sé si muchos conoceréis.

¿Preparados para un Blogger Traveller cargado de historia?

El portal de Santa Madrona (o de les Drassanes) es la única puerta de la tercera muralla que tuvo la ciudad que se conserva a día de hoy.

Habéis leído bien, tres murallas: la de la Barcino Romana y dos medievales que se hicieron con un siglo de diferencia. De todas estas murallas, se conservas restos mínimos y poco perceptibles (si te fijas muy bien en alguna calle puedes ver algún resto ínfimo), y esta zona que os enseño hoy.

Del resto de puertas de la ciudad, queda el nombre en algunas calles como Portaferrisa (Puerte Ferrisa), Portal del Ángel (Puerta del Ángel) o Portal Nou (Puerta Nueva).

El portal de Santa Madrona era la puerta de la ciudad que daba al mar. Por tanto, era una puerta que protegía de los ataques que se producían desde el puerto, y servía también para el comercio y los negocios, ya que Barcelona siempre ha sido una ciudad marítima que ha tenido una zona portuaria bastante grande.

Además, era una de las zonas más protegidas, ya que está junto a les Drassanes Reials, el lugar en el que construían la flota real y que hoy, es el Museo Marítimo de la ciudad.

Actualmente, se conserva una parte de la muralla y una torre que aguantaron cuando en el siglo XIX se derrumbaron las murallas de la ciudad.

Las puertas se mantienen cerradas, y sólo se abren en las fiestas del Raval o en ocasiones contadas. Nunca he tenido la suerte de verlas abiertas. Las vistas desde dentro y desde la torre son privilegiadas, desde luego.

Cerca de esta zona está el puerto, la Rambla y el Paral·lel.

Dando la vuelta a la muralla, descubrí un pequeño mercado hipster en la parte trasera, en la Plaça Blanquerna.

Espero que os haya gustado. Ahora, si queréis seguir viajando por las otras ciudades, pulsad aquí.

¡Un beso grande!