4 ene 2013

Ya vienen los Reyes... ¿Queréis Roscón?

Toda la blogosfera está como loca con el Roscón de Reyes, y claro, yo no podía ser menos...
Lo cierto es que después de hacerlos y probarlo, he quedado muy contenta con el resultado y estoy encantada.
Os animo a hacerlo. Es una receta sencilla, y aunque requiere tiempo (por el tema de los levados y los reposos) merece muchísimo la pena.
Creo que si probáis el roscón casero, nunca más vais a querer comer otro que sea comprado...





Sé que hay muchas recetas de roscón, pero la de Webos Fritos es, para mí, la mejor. La verdad, es que gracias a su tutorial, a todos su consejos y ayudas, hacer el roscón es sencillo y te sale casi perfecto sin pensarlo. Todas las recetas que he hecho de este blog tan maravilloso, me han salido divinas. Por eso, Webos Fritos es todo un referente para mí. ¡Los adoro!

El Roscón es suave, tiene un aroma muy rico gracias al agua de azahar y está delicioso. Da igual que esté relleno o sin rellenar... Yo no he podido resistirme a comerme un buen trozo cuando estaba recién hecho y estaba estupendo!


Con la receta que tenéis a continuación, salen dos roscones medianitos. Siempre podéis dividir las cantidades y hacer solo uno, o, como he hecho yo, regalar el otro.

Roscón de Reyes (receta de Webos Fritos)

Ingredientes para el azúcar glas aromatizado:
120g de azúcar glas
La piel de medio limón
La piel de media naranja

Ingredientes para la masa madre:
70g de leche entera (yo he puesto semi)
10g de levandura fresca
1 cucharadita de azúcar
130g de harina de fuerza

Ingredientes para la masa principal:
60g de leche entera
70g de mantequilla
2 huevos M
20g de levadura fresca
25g de agua de azahar (yo he puesto 30g)
450g de harina de fuerza
1 pellizco de sal (lo que nos cabe entre los dedos)
El azúcar glas aromatizado con limón y naranja

Ingredientes para decorar:
Frutas confitadas
Azúcar con unas gotas de agua
Guindas

Ingredientes para el relleno de trufa:
200m de nata para montar
2 cucharadas de azúcar glas
2 cucharadas de cacao en polvo


Elaboración a mano
Masa Madre:
Deshacemos la levadura en la leche templada. Mezclamos con la harina y el azúcar y hacemos una bolita con la masa.
Introducimos la bola en un recipiente de agua templada y unos diez minutos más tarde, cuando flote, ya la tenemos lista.

Masa principal:
Deshacemos la levadura fresca en leche templada.
Ponemos la harina tamizada en un bol amplio y abrimos el centro con los dedos, como si fuese un volcán. En el interior, agregamos los huevos, la mezcla de leche y levadura, el azúcar glas aromatizado, la mantequilla, la sal y el agua de azahar.
Se mezcla todo bien, moviendo la masa con alegría. Yo me he ayudado de un cucharón de palo bastante grande y me ha quedado bien. Cuando esté toda bien mezclada, la dejamos reposar para que doble su volumen. Yo tuve la masa reposando toda la noche.
A continuación, partimos la masa en dos, y hacemos dos bolas y las dejamos reposar cinco minutos.
Después, les damos forma y las colocamos en la bandeja del horno. En el centro, colocamos un aro de emplatar, o algo redondo que sea similar, impregnado con un poco de aceite.
Cuando tengan la forma, los tenemos que dejar reposar otro par de horas.
Antes de meterlos en el horno, los pintamos con huevo batido con mucho cuidadito y les ponemos las decoraciones que más nos gusten.
El proceso de horneado requiere cierta atención:
Precalentamos el horno a 200ºC con calor por arriba y por abajo. Los introducimos 10 minutos, y después, sin abrir el horno, reducimos la temperatura a 180ºC y lo dejamos otros cinco minutos más aproximadamente.
Para enfríar, colocamos en una rejilla y cuando esté frío, los podemos rellenar como más nos guste.

Por si tenéis dudas, y con el permiso de Webos Fritos, os dejo su vídeoreceta:



Trufa:
Montamos la nata muy muy fría y cuando empiece a tener consistencia le agregamos el azúcar glas sin parar de batir. Cuando esté integrado y la nata casi casi montada, le ponemos el cacao y batimos hasta que quede con la consistencia que nos guste.
Rellenamos con ayuda de una manga pastelera, una espátula o similar.

Mis roscones no llevan frutas confitadas... Es una cuestión de gustos. Yo siempre las aparto. Tampoco llevan guindas, ni láminas de almendra. Una de las personas que lo iba a comer es alérgica a la almendra, y creo que a las demás, ni las guindas ni las frutas confitadas les apasionan. Así que, sólo llevan azúcar, y la verdad que están igualmente ricos. Quedan más sosos visualmente, pero el sabor no varía. Asi que, así se han quedado...


Seguro que si le dejáis a los Reyes Magos un trocito de vuestro roscón casero, ¡se van a quedar pasmados de lo rico que está! Ya veréis ya!
Y aprovecho para felicitaros éste día tan especial, sobretodo si lo pasáis rodeados de niños.
¡Muchos besos!






4 comentarios:

  1. Que pintaaaa...yo lo hice el año pasado con la misma receta y la verdad es que estaba de vicio, yo la decore con unas rodajas de naranja que confite yo misma porque a nosotros es lo que nos gusta, y este año me estas poniendo los dientes largos con tu roscón porque este año tengo un poco de lío y no lo voy a hacer, lo voy a comprar pero bueno algún día aunque sea para merendar los peques caerá, jajaja un beso y feliz noche de Reyes.

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    1. Si tienes razón, está delicioso! Y bueno, seguro que el de la pastelería también está rico y lo disfrutas con los peques! Un beso!

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  2. Ñaaaaam!! Qué ricoooo! Yo tengo el mio en pleno proceso de fermentación. A ver que me encuentro mañana...igual mi cocina está invadida por una masa gigante de roscón!!!
    Un beso
    Yaiza ¡Qué cosa tan dulce!

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    1. Seguro que estaba buenísimo... Merece muchísimo la pena hacer el roscón en casa!

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